En la ciudad más alta de todo Brasil, era inevitable no hacer tirolesa y encontramos 2 lugares maravillosos, con un verdor y clima que invitan a atreverse a disfrutar de las bondades de la naturaleza conjugado con ese toque de adrenalina que necesitamos para liberarnos del día a día.
Rancho Santo Antonio, arborismo y tirolesa fueron nuestra elección, nunca antes sentí tanta ansiedad y seguridad a la vez, y es que el equipo de guías te hace sentir que eres un profesional, a pesar de que a medida que vas avanzando, cada puente dentro del recorrido es más retador que el anterior.
Realizamos una tirolesa de 800m de largo y 100m de alto, además de una tirolesa de 250m de largo y 20m de alto, alcanzando una velocidad casi que da la sensación de volar a 70 km/h.
Abierto todos los días de la semana, puedes acceder a la web del local para reservar con tu grupo en sus múltiples actividades.
Parque Tarundu, nos aventuramos al Boia Cross y una tirolesa doble de 800m de largo y 60m de alto, Tarundu en tupi guaraní significa “En estado de gracia”. Abre todos los días del año de 9am a 5pm y puedes conocer todas sus actividades en su web, es tan seguro que nuestra amiga Elba de 70 años se atrevió ha realizarlo.